También conocida como el síndrome de la cintilla iliotibial, esta lesión es la principal causa de dolor en la parte externa de la rodilla. Representa entre el 5-14% de todas las lesiones en corredores y es más frecuente en hombres, con un 50-81% de los casos totales.
El mecanismo de lesión es una compresión producida por el músculo tensor de la fascia lata (TFL) sobre la grasa que está encima del cóndilo femoral en la parte externa de la rodilla. Esta grasa está ricamente inervada y su compresión puede ser dolorosa. El músculo TFL va desde la cadera hasta la rodilla, abarcando la articulación de la cadera y la articulación de la rodilla, con sus implicaciones biomecánicas que iremos viendo.
El dolor aparece cuando tenemos la rodilla entre los 25-35º de flexión. Y cuando activamos este músculo de manera excéntrica forzamos más la zona, como puede ser corriendo cuesta abajo o bajando escaleras. Corriendo puedes llegar a sentir más la tensión en la parte externa corriendo cuesta abajo cuando queda la cadera en extensión y vas a despegar el pie que queda atrás para iniciar la zancada.
Causas del dolor
Pues como en la mayoría de lesiones al correr se debe a una mala gestión de carga, concretamente a un aumento de carga excesiva. Por eso siempre recomendamos llevar una programación por un entrenador, ya que el riesgo de lesiones por carga disminuye drásticamente.
A nivel biomecánico los factores que más influyen son correr cuesta abajo y llevar un paso muy corto. Esto se debe a que una mayor aducción de cadera por exceso de aducción o por volumen de repeticiones aumenta mucho la tensión en la parte externa de la cadera y se produce la compresión citada anteriormente.
¿Si me duele tengo que parar de correr?
Lo más frecuente que se suele hacer es parar de correr y al de cierto tiempo volver a intentarlo. Muchas veces aparecen las molestias aunque se haya parado varios meses.
Si bien es cierto que la irritación desaparece al parar de correr, pero también disminuye la capacidad de carga del tejido afectado, por lo que muchas veces es peor el remedio que la enfermedad.
Más adelante en el artículo daremos consejos sobre cómo administrar la carga, pero siempre se recomienda meter algo de carga.
Diagnóstico de rodilla del corredor
Lo más importante es una buena historia clínica, ya que se deben excluir otras patologías como el dolor patelofemoral, tendinopatía glútea, dolor irradiado de la columna lumbar o una fractura del fémur por estrés.
Un test útil puede ser el Noble compression test, que consiste en presionar la zona del cóndilo femoral externo mientras llevamos la cadera a extensión y la rodilla a flexión con una ligera rotación interna (el corredor está tumbado de lado con la pierna afecta arriba).
Principio generales de tratamiento
Al igual que la carga lo provoca, su tratamiento principal irá enfocado a una carga correcta y progresiva. Las cargas las dividimos en tres tipos diferentes:
- Cargas máximas. Se abordan con ejercicios de resistencia pesada y lenta.
- Demandas de almacenamiento y liberación de energía. Se abordan con ejercicios pliométricos.
- Carga acumulativa. Se aborda con un retorno a la carrera de manera progresiva.
En un primer momento para la gestión de carga se puede jugar con la longitud de zancada, progresando de una zancada más larga a una más corta.
Tratamiento
Siempre recomendamos que sea llevado por un fisioterapeuta, y lo podemos dividir en dos partes principales: la fase en la que domina el dolor y la fase en la que domina la carga (esta a su vez consta de cuatro fases).
La fase dominante de dolor reduciremos o pararemos de correr; lo cambiaremos por caminar en una cinta de correr con una inclinación del 8-10%. Si esto sigue provocando dolor lo cambiaremos por bici estática con el sillín bajo e incluso un poco más adelantado de lo normal. A nivel de ejercicios empezamos con algo de fortalecimiento de abductores de cadera y a meter carga muy ligera al TFL con el ejercicio de Thomas.
En la fase dominante de carga seguiremos caminando en la cinta de correr, pero empezaremos con los ejercicios de carga pesada y resistencia lenta. A medida que vamos progresando iremos añadiendo pliométricos.
Una vez se va progresando en estos ejercicios empezaremos a correr y jugaremos con la técnica para evitar molestias.
Por último, subiremos la carga de carrera y empezaremos a trabajar el descenso, sobretodo enfocado a los que practiquen más el trail de montaña.
Como ven, a priori el tratamiento es sencillo, pero no quiere decir que sea fácil. Cada progresión en los ejercicios puede tener varias alternativas que el fisioterapeuta sabe manejar, a la vez que el tratamiento en camilla es esencial para ir aliviando el dolor y mejorar la calidad de los tejidos.
*Este artículo viene de una traducción libre y modificada de un artículo del Dr. Rich Willy, el cual pueden leer en inglés en esta web con artículos muy interesantes.