Las tendinopatías son unas de las lesiones más frecuentes en el mundo del deporte. En este artículo vamos a hablar sobre la tendinopatía rotuliana en la rodilla. Se puede encontrar en personas que no hacen ejercicio, aunque con más asiduidad se encuentra en deportistas (principalmente los que realicen impactos repetidos en el tendón, como por ejemplo en baloncesto, volleyball, running, etc.).
El tendón tiene una composición diferente a otros tejidos como el músculo o el hueso, y esto es determinante tanto para el mecanismo de lesión como para su recuperación. Los tendones transmiten las fuerzas producidas principalmente por el músculo para poder realizar un movimiento, por lo que están diseñados para soportar grandes cargas y tensiones. A su vez el tendón es un tejido pobre en células, lo que implica que tiene poca vascularización y necesita mucho más tiempo para que se produzcan cambios y poder recuperarse.
Las causas de que se produzca una tendinopatía puede ser por múltiples factores, como por ejemplo por sobrecarga, por la edad, por presencia de enfermedades como diabetes, por toma de antibióticos (fluoroquinolonas), por fumar o por alteraciones del movimiento normal. Esto último es muy importante, ya que por ejemplo una disminución de la flexión dorsal del tobillo o una debilidad del músculo glúteo medio puede favorecer una »tendinitis» rotuliana. Otro ejemplo frecuente es en ciclistas al tener el sillín bajo y/o adelantado, lo que provoca mucha tensión en el tendón rotuliano. Detectar y corregir estas alteraciones del movimiento por parte del fisioterapeuta son importantísimas para una buena recuperación.
Existen muchos tipos de tratamiento para una »tendinitis», pero la piedra angular del tratamiento debe ser la carga en el tendón para estimular la formación de colágeno. Un tratamiento totalmente pasivo (por ejemplo ultrasonidos, láser, ondas de choque u otros tipos de corrientes) no va ayudar a una buena recuperación, aunque siempre podemos complementar el trabajo de carga con otras ayudas como hielo, vendajes, masaje, tratamiento de puntos gatillo, etc.
A día de hoy no existe un protocolo específico para tratar el tendón con carga, cada persona es diferente. Si se sabe que en fases agudas las contracciones isométricas suaves y de larga duración tienen un gran efecto para el alivio del dolor. En fases posteriores se trabajan las contracciones excéntricas, las contracciones excéntricas-concéntricas, ejercicios pliométricos y finalmente la vuelta progresiva al deporte.
En el caso del tendón rotuliano es importante diferenciar la clínica del tendón respecto de la grasa de Hoffa que se encuentra justo detrás del tendón. La grasa de Hoffa es una estructura muy inervada, por lo que sensitivamente puede ser muy molesta. Existen varias formas de diferenciarlo, pero principalmente la grasa de Hoffa molestará más con la rodilla en extensión (a diferencia del tendón que molestará más en flexión). También es característico de dicha estructura una inflamación justo debajo de la rótula. Por último, nos podemos también encontrar una patología conjunta de tendón rotuliano y grasa de Hoffa, pero es importante saber diferenciarlas para un correcto tratamiento.